Uso de Mascarillas e Impacto Ambiental, Otra Cara de la Pandemia

Uso de Mascarillas e Impacto Ambiental, Otra Cara de la Pandemia

Las consecuencias de esta pandemia se pueden describir en varias dimensiones, y no solo en la primera y más evidente, la sanitaria, con las nefastas consecuencias que conocemos muy bien, pero también podemos hablar del impacto social y económico, de la necesidad del acceso a un trabajo en donde los empleadores puedan garantizar la seguridad de sus trabajadores en línea con la responsabilidad social corporativa o empresarial, tan en boga a raíz de esta contingencia. Muy de la mano a este último aspecto, pero en un plano secundario, está el impacto ambiental generado por el uso de elementos de protección personal, mascarillas desechables, guantes desechables, protectores faciales y oculares, insumos para tomas de muestras, etc. que, debido al volumen generado tanto en entornos hospitalarios como domésticos, están llegando a los lugares más deshabitados de nuestro planeta.

Si bien este problema ya existía antes de esta pandemia, claramente nos sorprendió sin protocolos claros y elaborados para un escenario de esta magnitud, en donde el mal manejo de los residuos se está convirtiendo en un otro problema global con el cual tener que lidiar.

De acuerdo a la World Wild­life Fund (WWF), una mascarilla desechable puede tardar cerca de 400 años en degradarse, esto dado que los principales materiales de fabricación son la celulosa, el polietileno y/o polipropileno, en distintas proporciones dependiendo del fabricante, y muy necesario como material filtrante (entramado de fibras plásticas). Esta misma ONG indica que un importante volumen de estas mascarillas terminará directamente en los océanos, provocando un daño sin precedente, sobretodo considerando que en muchos lugares del mundo aún no se entra en fases de desconfinamiento, en donde el uso de mascarillas desechables aumentará considerablemente.


Dada la alta demanda de implementos de seguridad plásticos desechables, está también el tema económico, la baja del precio del petróleo, significa una baja también en los costos de producción de plásticos, lo que se traduce en un círculo vicioso en términos de impacto ambiental, y que van en sentido opuesto a la tendencia de estos últimos años, más bien amigables con el medio ambiente.

Una alternativa para el tratamiento de estos residuos es la incineración, pero dado el alto volumen de desechos, surgen inmediatamente dos problemas, plantas de tratamiento colapsadas y también es necesario cuestionarnos el impacto ambiental que esto supone, ya que se generan emisiones de subproductos bastante tóxicos o directamente cancerígenos, tales como dioxinas y furanos.

Por otro lado, algunas voces sugieren la urgente introducción de materiales alternativos a los plásticos, reciclables y/o biodegradables.

Existen también mascarillas reutilizables de tela, ampliamente utilizadas en Chile, pero se sabe que su efectividad es menor a las mascarillas comerciales estandarizadas y certificadas, y que si bien a medida que avanzan los meses en confinamiento han disminuido considerablemente sus costos, aun no todas las personas pueden acceder a ellas. Hay alternativas que permiten prolongar la vida útil de estos elementos, diseñados exclusivamente para el uso de mascarillas de múltiples materiales de fabricación, el más aceptado desde el punto de vista de seguridad, costo e impacto al medio ambiente, es la esterilización por radiación UV-C, en nuestra columna anterior se expuso un estudio que demostraba la efectividad del uso de esta tecnología versus los daños estructurales que sufren los materiales expuestos a esta energía, en donde se concluye que es posible prolongar la vida útil de las mascarillas en forma segura.

HealthPlus presenta Ultrawave, un equipo diseñado para esterilizar mascarillas de todo tipo de material utilizando radiación UV-C, esta unidad cuenta con un diseño que posee un ventilador que deshidrata la humedad producida por la respiración y eliminando cualquier posibilidad de propagación de patógenos en su superficie, y un difusor led diseñado para que no se generen pliegues, y la luz cubra el total de la superficie de la mascarilla. Esta solución es ideal para estas fases de desconfinamiento hacia una normalidad en la que sin duda seguiremos utilizando este elemento de protección en nuestro día a día.

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